El pueblo de Dios es un pueblo inmenso; comprende también a otros hermanos, hombres como ustedes, creados a imagen y semejanza de Dios, que viven sobre otros planetas del universo y que sirven fielmente a su Creador

Mensaje de Jesús del  12 de noviembre de 2010-

Ya hemos mencionado el hecho de que no todos los hombres han cometido el pecado original. Existen en el universo humanidades cuyos antepasados permanecieron fieles a Dios; Son precisamente las humanidades fieles que viven en el alto universo. De ellos habla Stefania Caterina en su libro "Más allá de la gran Barrera":
 
"Las humanidades que permanecieron fieles, han conservado muchas de las prerrogativas originales. Poseen facultades físicas, espirituales e intelectivas muy superiores a las de otras humanidades, incluida la de la Tierra. Además sus planetas presentan condiciones ambientales favorables al hombre;  hombre y naturaleza conviven armoniosamente uno al servicio del otro. No hay enfermedades ni catástrofes, reinan la pureza y la armonía. El grado de civilización de estos pueblos es notablemente superior al de todos los demás, en varios aspectos. Su nivel científico y tecnológico está muy avanzado.
Ellos viven en armonía con el Creador. Por eso les ha sido dada la posibilidad de moverse en el universo sin dificultad, de permanecer en contacto con otros planetas fieles, de realizar misiones en el universo a las órdenes de Dios...
 
Jesús murió y resucitó por todos los hombres del universo, sin excepción.
San Miguel Arcángel anunció el nacimiento de Jesús no sólo a los pastores de Belén, sino también a las humanidades del universo fieles a Dios. Posteriormente les fue anunciada la resurrección de Jesús.
 
Jesús me ha explicado que el pueblo de Israel conocía la existencia de otros hombres en el universo. Los hermanos de las humanidades fieles a menudo habían ayudado al pueblo elegido, especialmente durante el gran éxodo de Egipto. Me ha dicho también  que había revelado a los apóstoles la existencia de otros hermanos en el universo, y que les había instruido sobre esta cuestión, sobre todo después de su resurrección, cuando permaneció entre ellos durante muchos días hablando sobre el Reino de Dios .
 
El apóstol que más conocía por revelación esta realidad era San Pablo. Él mismo me ha hablado varias veces, confirmando que había recibido de Jesús muchas revelaciones sobre la existencia de la vida en el universo, y el plan de Dios para anunciar el Evangelio a toda la humanidad, haciendo de ellos un solo pueblo, sometido a la única Cabeza, Jesucristo, y reconciliados con el Padre por medio de Él" .
Dios se ha servido de la acción de los hermanos fieles desde el principio, confiándoles diversas misiones en el universo. Siempre han actuado en armonía con las escuadras angélicas: los ángeles actúan en el campo espiritual, los hermanos fieles en el físico, porque, a diferencia de los ángeles, poseen un cuerpo que les permite interactuar con la realidad sensible. Su profundo conocimiento de las leyes que gobiernan el universo les permite intervenir sobre la materia de forma desconocida por nosotros.
 
Con el paso del tiempo, el conocimiento científico y espiritual de los hermanos fieles ha aumentado más y más; por consiguiente, su acción ha alcanzado una dimensión más amplia que en el pasado. Hoy en día, los hermanos fieles se dedican a la extraordinaria misión de evangelizar esa parte del universo que todavía no conoce a Jesucristo. Son uno de los tres instrumentos extraordinarios de este tiempo; su acción es en apoyo a los ángeles y al Núcleo Central con los cuales actúan en perfecta sintonía, bajo la responsabilidad de San Miguel Arcángel.
 
También sobre este punto Jesús nos ayuda a comprender:
 
"El tercer instrumento está constituido por las humanidades fieles que viven en diferentes planetas. Se trata de aquellas humanidades cuyos progenitores han elegido, desde el principio, servir a Dios, y no han cometido el pecado original . Por eso se encuentran en unas condiciones de vida totalmente diferentes de las vuestras, porque el mal no ha entrado en ellos... Su civilización ha evolucionado rápidamente, y poseen un conocimiento de largo superior al vuestro en todos los campos. Son como vosotros, y ellos también están esperando reunirse finalmente con todos los hermanos repartidos por el universo, para entrar con ellos a la nueva creación .
 
Estos hermanos os aman mucho y se ponen a disposición de Dios para ayudaros. Muchas veces han sido enviados por Dios para ayudaros, sobre todo en los albores de vuestra historia, cuando vuestros antepasados apenas conseguían sobrevivir. Todavía hoy en día os ayudan, y reparan muchos males que os hacéis vosotros mismos y a vuestro planeta. Velan sobre vosotros por orden de Dios, intervienen, sin que lo sepáis, cuando un peligro demasiado grande se cierne sobre vosotros; están en condiciones, de hecho, para actuar sin ser vistos por vosotros o vuestros instrumentos; han hecho y están haciendo mucho por vosotros. Nunca actúan por iniciativa propia, sino siempre bajo las órdenes de Dios, y en estrecha colaboración con las huestes angélicas, a través de las cuales reciben todas las indicaciones para actuar de acuerdo a los deseos de Dios ".
 
Ahora es el momento en que la acción de las humanidades fieles se intensifique en favor de cuantos, como vosotros, se encuentran en situaciones más desventajosas. Sus capacidades espirituales y físicas, y su bagaje de conocimientos científicos y tecnológicos, serán de gran ayuda en estos tiempos" .
 
"Los hermanos fieles recorren todo el universo, prestando su ayuda y su testimonio. Elevan su incesante oración por todo el pueblo de Dios en el universo"  ...
 
Hace años que el Señor nos habla de los hermanos fieles, y hemos acogido con alegría la revelación de su existencia y lo hemos creído. También hemos experimentado y testimoniamos la fuerza de la comunión con ellos.
 
En conclusión, deseamos alcanzar una comunión cada vez más viva y fructífera con los tres instrumentos extraordinarios de los que os hemos hablado; lo mismo deseamos para todos vosotros. Estamos convencidos, y la experiencia nos lo ha confirmado, que sin esta comunión el camino del pueblo de Dios, en estos tiempos, es mucho más tortuoso. Somos conscientes de que los tres instrumentos extraordinarios son un don de Dios a su pueblo, una poderosa gracia que no tenemos derecho a rechazar, si queremos caminar rápidamente hacia la nueva creación.