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Fórmula para el bautismo en el Espíritu Santo y fuego
 
Elegid un nombre masculino y uno femenino, por ejemplo María y José. Entonces dices: "María, José, yo te bautizo en el nombre del Padre (+), del Hijo (+) y del Espíritu Santo (+)".
No es necesaria el agua bendita.
 
(En signo (+) se dibuja en el aire la señal de la cruz, como hace el sacerdote en la bendición)
 
 
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Rezamos continuamente por todos vosotros y por este pueblo del que os hemos hablado, de modo que actúe diligente, protegido del mal y alcance su meta en la creación nueva que nos espera a todos nosotros.
 
Al saludaros fraternalmente, os dejamos con las palabras y la bendición de San Miguel Arcángel:
 
"En cada época Dios se ha formado en la Tierra un pequeño resto, un pueblo  humilde que ha permanecido fiel a su ley de amor y vida: es el pequeño rebaño del que habla Jesús, (Lc 12,32) por amor del cual Dios ha perdonado muchos pecados en esta humanidad y por amor del cual realizará sus proyectos también en la Tierra. Los santos, los profetas y los justos que han vivido en vuestro planeta a lo largo de la historia, han abierto el camino para la realización del plan de Dios en la Tierra. Casi siempre despreciados y perseguidos, han ofrecido por vosotros su vida y su sufrimiento, alejando los castigos que vuestra humanidad merecía justamente. Como está escrito: "...Dios los ha probado y los halló dignos de sí, los ha probado como el oro en el crisol y le han sido agradables como la ofrenda de un holocausto"; (Sab 3,5-6). Su sacrificio, permitido por Dios, no ha sido en vano y esto se verá claro al final de los tiempos.
 
También hoy este pequeño rebaño está presente en la Tierra; está unido a Dios y a sus instrumentos y trabaja en el silencio, en medio de las dificultades de un mundo pagano, sin fe y sin ley. Es como un brote, pero destinado a crecer. A partir de este brote Dios hará nacer un pueblo nuevo, a través del cual realizará sus planes. Estáis todos llamados a formar parte de este pueblo, porque Dios no tiene preferencias. Para formar parte de él, sin embargo, no es suficiente el entusiasmo: debéis despojaros del egoísmo, de los compromisos y de toda ambición y decidir seriamente y cambiar vuestra vida, vivir de acuerdo con las leyes divinas que Dios ha dado a conocer a través de Jesucristo.
Ahora es el momento en el que todos vosotros, desde el más grande al más pequeño, debe hacer su elección: o bien con Dios o con Lucifer. No perdáis tiempo porque no hay mucho tiempo.
 
... Nada les faltará a los verdaderos hijos de Dios, a cuantos desean ser recapitulados en Cristo para ser nuevas criaturas. Serán instruidos sobre todo lo que les espera: el Espíritu Santo los guiará interiormente a la verdad y recibirán confirmaciones cada vez más fuertes a su debido tiempo. Dios protegerá a su pequeño rebaño ...
 
A vosotros, pequeño rebaño, os digo que no temáis porque Dios siempre os estará cerca. Permaneced en la paz y procurad que en vosotros crezca la fe, la esperanza y el amor. Sed signo de la presencia de Dios entre los hombres de la Tierra que cada vez estarán más confundidos y perdidos. Esto es lo que Dios espera de vosotros. Compete a Dios hacer las grandes cosas; a vosotros, en cambio,  os corresponde ser pequeños y sencillos como los niños que se confían con amor a las manos del Padre. Rezad mucho, y suplicad a Dios que tenga piedad de la humanidad de la Tierra.
Yo os bendigo y bendigo a toda la humanidad de la Tierra, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo".